Visita los encantadores bosques tropicales de México
México, un país conocido por su diversidad geográfica, alberga algunos de los bosques tropicales más impresionantes del mundo. Estos destinos no sólo ofrecen una abundante belleza natural, sino también una rica biodiversidad y oportunidades únicas para los amantes de la naturaleza y los aventureros. Aquí te presentamos algunos de los destinos con hermosos bosques tropicales que debes visitar.
Reserva de la Biosfera Montes Azules, Chiapas
La Reserva de la Biósfera Montes Azules se encuentra en la región de la Selva Lacandona, en el estado de Chiapas, al sureste de México. Cubre una vasta extensión de selva tropical y es una de las áreas naturales más importantes del País.
Con una extensión de 331 mil hectáreas, es conocida por su extraordinaria biodiversidad. Alberga una gran cantidad de animales como jaguares, tapires centroamericanos, monos aulladores, guacamayas rojas y tucanes; muchas de estas en peligro de extinción.
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En fauna, está compuesta por densos bosques tropicales que incluyen árboles altos y frondosos como caobas, cedros y ceibas, así como una gran variedad de plantas medicinales y ornamentales.
Los ríos Lacantún y Tzendales ofrecen emocionantes paseos en lancha, donde se pueden observar una variedad de peces.
Reserva de la Biosfera Los Petenes, Campeche
La Reserva de la Biósfera Los Petenes abarca más de 280 mil hectáreas, extendiéndose a lo largo de la costa del Golfo de México.
Este paisaje singular alberga una gran diversidad de especies arbóreas, que emergen en medio de vastas extensiones de humedales y marismas, entre ellas: Chechén, Caoba e Higueras.
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Dentro de sus límites se encuentra la Isla Jaina, un notable sitio arqueológico maya costero que ofrece una ventana al pasado de la civilización maya.
Aquí se pueden realizar actividades como excursiones en bote o kayak, pesca deportiva, visitas a ex haciendas, templos e iglesias, así como recorridos por talleres artesanales.
Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, Veracruz
La Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, ubicada en el estado de Veracruz, es un área natural protegida de gran importancia debido a su rica biodiversidad y sus singulares ecosistemas.
Su extensión es de aproximadamente 155 mil hectáreas, abarcando una amplia variedad de paisajes que incluyen bosques tropicales, manglares, humedales y costas.
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Cuenta con una impresionante fauna, que incluye 565 especies de aves, 139 de mamíferos, 166 de anfibios y reptiles, 109 de peces y más de mil 100 especies de insectos, siendo así la región un paraíso para los amantes de la naturaleza.
Entre las actividades, hay una red de senderos que permiten explorar la selva, además de ser un paraíso para los observadores de aves, con cientos de especies residentes y migratorias.
Parque Nacional Palenque, Chiapas
El Parque Nacional Palenque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un destino imperdible para los amantes de la naturaleza, la arqueología y la aventura.
Aquí se encuentran las ruinas de la antigua ciudad maya, famosas por su arquitectura monumental, intrincados relieves y esculturas, así como por el Templo de las Inscripciones, donde se encontró la tumba del Rey Pakal.
El parque alberga una gran cantidad de especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios e insectos, incluidos jaguares, monos aulladores, tucanes y mariposas exóticas. Los senderos que serpentean a través de la selva ofrecen la oportunidad de observar la vida silvestre en su hábitat natural.
Asimismo, es conocido por sus impresionantes cascadas y cenotes, como Misol-Ha y Agua Azul.
Cañón de Usumacinta, Tabasco
En el estado de Tabasco se encuentra uno de los tesoros naturales más impresionantes de México: el Cañón del Usumacinta.
La diversidad botánica de esta área tiene una variedad de especies vegetales únicas que incluyen árboles como el chicozapote, zapote, guapaque, ramón y canshán.
De igual forma, es refugio vital para una amplia gama de especies animales, desde mamíferos como el tepezcuintle, mono aullador, jaguar y puma, hasta reptiles como la iguana rayada, cascabel tropical y chiquiguao.
Los senderos para caminatas te llevan a través de la densa selva, ofreciendo vistas impresionantes y los paseos en bote por el río Usumacinta son una forma emocionante de explorar el cañón y admirar su belleza natural.