“Xoloitzcuintle”: el primer crematorio público de mascotas en CDMX
Hace tres meses, Ernesto Guevara Patiño y su familia llevaron a su perrita pitbull —que los acompañó por más de 10 años— al primer crematorio público de mascotas llamado “Xoloitzcuintle”, en el Panteón Civil Dolores, alcaldía Miguel Hidalgo.
Este sitio no es nuevo ni desconocido para Guevara, y es que desde hace más de tres años su principal labor es darles “una muerte digna” a todos los animales de compañía que culminan su etapa terrenal.
“Somos empáticos, y es que para muchos no es un perro o un gato, son como ahora les llaman sus perrhijos o gathijos; son parte de la familia. Por eso si quieren llorar, los dejamos que lo hagan, y que se despidan el tiempo que quieran. Lo más difícil para la persona es dejarlos, es un duelo, pero es parte del ciclo de la vida”, dijo.
El lugar cuenta con un horno crematorio, que alcanza hasta 910 grados, y en el que se coloca al animal para incinerarlo; esto una vez que se pesó, pues de esto depende el tiempo de cremación, que va de los 40 minutos a 3 horas.
Posteriormente, pasa por un proceso de enfriamiento, se sacan los restos óseos a una temperatura de 700 grados; y tras 15 minutos se coloca el material en una trituradora, con esto se culmina el proceso y se entregan las cenizas del ser sintiente en una bolsa, para que la familia decida si la guarda o esparce.
“Antes se enterraban en los patios de las casas, ahora no está permitido, además de que no se considera higiénico. Este crematorio público cumple todos los días con su finalidad de garantizar una muerte digna a los animales de compañía”, expresó.