Cuidar familiares, enfermos y ancianos sentencia al 70% de mujeres de estratos bajos a la pobreza
La falta de un Sistema Nacional de Cuidados en México provoca que el 70 % de las mujeres de estratos bajos no tenga movilidad social pues esa falta de servicios y políticas en esta materia las obliga diariamente a atender a niños menores de edad, adultos mayores o familiares con algún padecimiento lo que afecta su independencia, oportunidades de estudio o trabajo.
Las mujeres son las que más sufren esta falta de movilidad social. Esta condición se profundiza con quienes provienen de hogares en los que sus padres no contaban con acceso a la protección social, según la Encuesta de Movilidad Social en México, elaborada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY)
Explica que en particular, las mujeres con origen en la parte baja de la escalera social (posición 25 de 100) que tuvieron padres sin acceso a esquemas de protección social a lo largo de la vida, escalaron menos posiciones (llegaron a la posición 26) que aquellas con padres que sí tuvieron acceso (llegaron a la posición 38).
Así, en las zonas dónde no existe un Sistema de Cuidados, sólo el 32% de las mujeres logran tener mejores condiciones de trabajo y estudio.
Mientras que en los lugares donde si hay este sistema, el porcentaje de mujeres que lograr mejorar sus condiciones de vida se incrementa al 63%..
Ello mientras la iniciativa para lograr un Sistema Nacional de Cuidados permanece olvidada en el Senado de la República.
IMPOSIBLE
El director ejecutivo del CEEY, Roberto Vélez Grajales, sentenció que sin protección social es casi imposible contar con oportunidades para escalar socialmente y dejar atrás la pobreza y desigualdad.
“Del total de la desigualdad en México, prácticamente la mitad se debe a factores fuera del control de las personas. El peso de la protección social en el total de la desigualdad de oportunidades alcanza el 11% a nivel nacional, mientras que para la población en la parte más baja de la escalera social (la más pobre), este porcentaje alcanza el 38%, lo cual es una diferencia muy significativa que nos indica que sin mecanismos formales de protección es casi imposible contar con oportunidades para lograr mayor movilidad social”, explica
De acuerdo con el estudio, el tamaño de la desigualdad de oportunidades afecta particularmente a las mujeres, quienes de antemano enfrentan una barrera añadida por la desigualdad de género, por lo que las diferencias resultan más marcadas.
Las mujeres con origen en la parte más baja de la escalera social que no participan en el mercado laboral y que se dedican principalmente al cuidado de familiares experimentan menor movilidad social ascendente.
“Los beneficios potenciales de un Sistema Nacional de Cuidados son muy claros, al crear oportunidades de movilidad social, tanto para las personas que requieren cuidados como para sus cuidadoras, amplía las oportunidades de elección para las mujeres cuidadoras al reducir la sobrecarga de trabajo no remunerado, al promover la autonomía, el empoderamiento y las posibilidades de las mujeres de vivir libres de violencia”, señala Mónica Orozco, directora general de GENDERS e investigadora asociada externa del CEEY.