¡Come frutas y verduras! Profeco retirará del mercado las sopas instantáneas peligrosas para la salud
Las sopas instantáneas se han incrustado en la dieta diaria de millones de mexicanos desde su aparición por allá de inicios de la década de los 90. Mucho se ha discutido sobre su balance nutricional y ahora es la Procuraduría del Consumidor (Profeco), la que ha puesto la mira sobre ellas.
En la edición del mes de octubre de la Revista del Consumidor, la Profeco incluyó un análisis de las principales marcas de sopas instantáneas que hay en el mercado, así como de los riesgos para la salud que implica el consumo de aquellas que no cumplen con las normas sanitarias.
Profeco advirtió que retirará del mercado aquellas marcas de sopa instantánea que representen un peligro para la salud de los mexicanos.
El organismo también hará del conocimiento del consumidor las problemáticas con los empaques y aquellas marcas que hacen publicidad engañosa. Así lo informó su titular Ricardo Sheffield a Milenio.
¿Qué contienen las sopas instantáneas y cuánto se consumen en México?
Las sopas instantáneas han sustituido en la última década a alimentos como el frijol, debido al costo y facilidad para ser preparadas, sin embargo las propiedades alimenticias son muy distantes.
Gastrolab recopiló datos de la Revista del Consumidor, en los que se hace una disección del contenido de estos alimentos procesados.
El análisis encontró diversos ingredientes como hidratos de carbono provenientes de cereales o plantas, algunas cantidades de grasas y proteínas, aportes energéticos que van de las 29 hasta 230 kcal por cada 100 gramos de producto y algunos aditivos.
Dentro de los elementos que cita el portal especializado en gastronomía está el glutamato monosódico (GMS), común entre los ingredientes de los productos procesados. Este ingrediente busca potenciar los sabores en las papilas gustativas, pero su ingesta diaria ha sido asociada por la Food and Drug Administration (FDA) y el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos Alimentarios, a síntomas como dolor de cabeza, sofocación, sensación de presión en la cara, adormecimiento de la boca, dolor de pecho y dificultades para respirar.
Las sopas instantáneas son en el imaginario popular un alimento que «quita el hambre» a un bajo costo, pero su aporte calórico por cada porción de 60 gramos va de las 270 a las 334 kcal, similar a comer dos otras tacos de frijoles con chile o un sándwich de queso, pero las grasas, carbohidratos y las proteínas son inferiores. No así el nivel de sal, que es superior, lo que representa un peligro para la salud en consumos rutinarios.